CARTA ABIERTA A DON DANIEL LÓPEZ
Don Daniel:
Luego de tanta agua bajo el puente ¿dónde fueron a parar las luquitas
que se guardó?...mire que en este país que tanto le debe a usted,
todavía estamos aplastados por el sistema. Sus insignes e
incondicionales colaboradores de antaño no han hecho de Chile un país
tranquilo, fíjese usted.
Mire
que ahora andan los cabros de los colegios "desordenando las alamendas"
que tanto quería usted ver en orden y en silencio ¡bien plomitas!. Creen
que la universidad es para todos ¿no serán ilusos?...Es que los señores
políticos les han hecho caso omiso y aún no cambia nada....¿no ve?
Los grupúsculos marxistas siguen pensando que esta patria es para
todos...y se juntan por miles y miles a cacerolear.....uufff!!!! pobre
de su señora esposa que no lo tiene cerca a usted para soportar tanta
insolencia...al menos "alguito" le debe quedar en sus arcas para poder
soportar tanta angustia y poder vivir con un pequeño montepío que
destina para cancelar los sueldos de la servidumbre, el jardinero, el
chofer y la guardia real.
Entonces, Don Daniel López, ya que
usted no está ¡pásese unos morlacos para pagar mi deuda de la
universidad, mire que con este ejercicio tan despreciado por usted
llamado democracia todavía estoy sin pega y el agua ya me llegó hasta
"más arriba del paracaídas" (como solía decir usted).
Yo sé que
debe quedarle algo guardadito debajo del humilde colchón que lo cobijó.
Yo sé que a lo mejor alguno de sus hijitos -el Danielito chico, por
ejemplo- debe tener algo del ¿"pinocheque" me dijo que se llamaba?
Algo se dijo que las chauchitas andaban todas repartidas en el extranjero, pero hasta ahí no más se supo...
Y, sin ánimo de deprimirlo, los mismitos que lo rodeaban de simpatía y
lisonjas ahora ni siquiera se asomaron al Te Deum del "once" para poder
pasar colados y sacarle un pequeño provecho al triunfo del "NO".
En todo caso, algunos señores hicieron hasta lo imposible para
continuar con la privatización del país...y no lo hicieron mal. Fíjese
que el agua la pudieron vender tranquilos...¡ah! y la luz
también...obviamente han dado sus mejores esfuerzos para que esta
empresa llamada Chile siga en el próspero camino del negocio.
Usted debería estar orgulloso de algunos que, aún señalándolo a usted
con el dedo, siguieron su ejemplo de mantener la tradición "inculcada"
durante su "dictablanda"...y que aún nos designa el camino
Bueno, en otro momento le cuento más. Debo dejarle sí la consulta
recalcada: ¿cree usted que nos alcance si nos presta plata de la que
usted tan reservadamente se guardó?
Podría ser de muy mal
gusto pedirle a uno de sus niños regalones que solucione los temas, al
Tatán pues, ese al que usted amparó desde las normativas de la época
cuando trajo del extranjero el negocito de las tarjetas de crédito y que
ahora tiene un bolichito llamado Clínica Las Condes o algo así (entre
otros kioskos) y que ahora le hace la desconocida con gárgaras
democráticas y ¡fijese usted! tan traidorazo él dice que nunca se anduvo
juntando con usted
¡En tener mala memoria el pueblo chileno!...¿no?
Ya. Que descanse....¡si es que puede!
miércoles, 29 de mayo de 2013
viernes, 25 de mayo de 2012
Las movilizaciones son un síntoma...
Las movilizaciones son un síntoma...un
síntoma es una verdad que se abre camino...las diversas posturas
enriquecen...saber escuchar es "acallar" el inconsciente, es decir,
oír con entera disposición lo que dice el otro.
Mientras no se haga ese ejercicio verdadera y
amorosamente, no podremos empatizar con la realidad ajena. Conocer otras
realidades no es lo mismo que experimentarlas.
Bien por aquellos que tienen una buena
estrella, eso no los hace mejores, sólo más afortunados lo que implica que los
accesos y las oportunidades se hacen pocas para la real demanda que hay.
El país ha cambiado en todo lo bueno y malo
que ello supone...lo que no ha cambiado es nuestra forma de acoger al ciudadano
(desde una estructura social adecuada leyes, beneficios y otros) con todas las
carencias con que se prepara día a día para enfrentar la vida.
La derecha efectivamente trabó proyectos de
Ley presentados al Congreso...la concertación no se hizo cargo de la buena
administración de nuestra tan preciada (y luchada) democracia. Me parece que ya
es hora más que suficiente de que la gente demuestre que no está satisfecha con
el tipo de país que recibe. No hay trato digno, no hay esperanza, no hay
calidad de vida, no hay equidad en los accesos.
Los inteligentes sabrán escuchar y
"atender" verdaderamente el síntoma. Es la única forma de crecer y no
sólo envejecer.
Apoyo la lucha. El cambio Constitucional es
urgente.
CARLOS, EL AMBICIOSO
CARLOS, EL AMBICIOSO
El sueño ya estaba en ciernes. El empuje de los dirigentes de entonces no daba tregua a quienes debían decidir y Chile tenía, lejos, mayores posibilidades que Argentina.
Y cumplieron. Carlos Dittborn selló su compromiso en 1956 y llevó el nombre de Chile a cada rincón del corazón futbolero cuando consiguió la sede para el Mundial del '62.
A simple vista, resultaba difícil imaginar siquiera que el pulgar de la FIFA mostraría su aprobación.
Los temores tenían fundamento. No había la infraestructura necesaria ni la experiencia de haber llevado a cabo una empresa de tal magnitud.
Y el correr del tiempo tampoco los aminoraba. Unos años más tarde, el terremoto de Valdivia dejó en el suelo la garra chilena, el paisaje, los parentescos y el presupuesto nacional pese a contar con una mejor cara visible respecto de la democracia, asunto no menor toda vez que ése fue el punto que terminó por conceder la nominación por sobre los vecinos.
El presidente de la época, Jorge Alessandri Rodríguez, no cayó en la tentación de invitar a la escuadra nacional a "tomar tecito" a palacio, aunque sí llevó a cabo los saludos "de rigor". Ya Leonel Sánchez contaba con un histórico foul a su favor: aquél puñetazo enrostrado al italiano aún aparece en los memoriales del balompié.
Y Carlos….sin tener nada quiso hacerlo todo y subió a medio país en su utopía y como buen hombre que construye historia, no alcanzó a presenciar los frutos obtenidos, al más puro estilo de Moisés, al menos en la parte concreta de la existencia. En la puerta norte su nombre está grabado en el frontis de la casa de encuentros…y no ha sido consecuente con su propia historia ni figuración futbolística.
Los balances de la época tampoco dieron muchas razones para sentir el orgullo tan sólido como las posteriores atajadas del gato Osbén. Todo iba en la misma dirección: fue evaluado como un mundial amateur que no logró contagiar al mismo nivel las ganas donde las taquillas provinciales nada pudieron hacer contra el tarifario.
Sin embargo, los hombres de Fernando Riera lo dieron todo en la cancha, mojaron la camiseta y le dedicaron el top three conseguido a pura lucha a todos sus connacionales. Y de allí en adelante, el resto es historia conocida.
Ya no hay leoneles, no está Don Eladio, Jorge Toro, el Chita Cruz y, sin un Consejo de Ancianos, la escasez se nota y se siente.
Dan ganas de creer que el tercer lugar fue conquistado de puro buenos pa' la pelota. Y no. La realidad y los hechos dicen que no fue solo así. La noble mezcla se dibujó por entera en los espinazos patriotas. Fue con esa impronta que el testimonio ha ido paseando de selección en selección, de roja en roja.
¿Y qué habrá pasado en el camino? Ya el sueño y la utopía se desbordan por las gradas donde han debido ir a lucirse los noveles peloteros.
Hoy por hoy, el empuje y la garra se vistieron de fashion. Los dirigentes deben ser importados….y caritos.
Los escándalos, la trivialidad y la violencia configuran la gestalt que engatusan la esférica y de resultados ¡nada!....
Pero ahí vamos de nuevo, con patrocinadores de lujo y todo. Con toda la gallá en la calle y las bocinas listitas pa' salir a gritar y celebrar…aunque sea el más humilde e irrelevante de los empates.
Aunque Carlos no pueda ver - quién sabe si es mejor así por eso de descansar en paz y todo - el país se subió en la micro para no bajarse. Estoico, desorientado, desarraigado de los triunfos del ayer.
--
La Nanita
Game Over
Game
Over
Y sin más, llegó de verdad el otoño. Las ansias por la parejita para su primogénito se
esfumaron con el soplo de Agosto.
Ya no sacará cuentas ni temerá al qué dirán por un
“domingo siete”
Total, le entregó a esta parte de la humanidad una cría
bien plantada. Un hombre de bien, de provecho. El mismo al que le seguirá
cantando canciones de cuna calladita en la soledad de su propia almohada porque
él ya está grande para oírlas.
No sabrá de una espera acompañada. Ni de antojos
bendecidos por las buenas costumbres con ajuares tejidos por las abuelas que
van quedando…
Sin aviso, se cerró su fábrica y clausuró para siempre
el listado de nombres pendientes.
Enredó un pañuelo entre sus dedos y su mano se estrelló
empuñada contra su vientre y el vientre de su historia.
¡No va más! -dijo el croupier de la vida- su maternidad
doblegada se durmió en mil rincones en el manto de aquella hembra noche…la más
larga…
Armario Ajeno
Armario
Ajeno
Susurró mi armario y te busqué en un bolsillo
y encontré la vida, los cadáveres y el viento.
y encontré la vida, los cadáveres y el viento.
Y tu llegada y la tarde.
Cuando moría la calabaza
estabas tan cierto como cierto estabas y morí...por cuánto tiempo?
Desde mis delirios hasta tus sábanas nos siguió el cortejo
sin discursos, sin habla....con cirios
Con aromas nuevos y papeles viejos
y destellos viejos con dolores nuevos
cómplices, sólidos,
perplejos
Susurró de nuevo mi bolsillo
y te busqué en un armario
¡¡¡¡¡Que no era el mío!!!!!
Antiguos Balcones
Antiguos Balcones
Desde los balcones...¡ésos!, los que no tienen horizonte
donde no sale el sol ni se conoce lluvia,
salía el animal a recorrer el vientre
de la tarde, de la luna.
Hasta el ombligo de la niña volaban palomas, y el tiempo ardía.
El cosmos, la brisa
Tú tan lejos y yo...dormida
La transparencia que recién conocías
con la luz a medias, en medio de la vida...
El sombrero, la pluma, el gato, el pañuelo,
olían el hogar que tú recorrías.
Estamos juntos durante el rito
encadenados a la luna llena
sazonando el aliento en el balcón
con un nuevo aroma y
con
un
viejo sol!
¿Que cuál es mi secreto?
¿Que
cuál es mi secreto?
Huelo
a lavandas y tomo té de manzanilla. Me maquillo con una luminosa sonrisa y
planto bien mis pies en la tierra.
Entre
mis suelas y el cemento, pongo dobladitas las penas para ablandarlas bien
mientras camino y encumbro libremente mis pensamientos al aire.
Le
extiendo mis brazos a la sorpresa y le guiño a las hojas secas.
De
cuando en vez, me doy baños de luna y ella se da baños de mí.
Recorro
la lluvia sin chistar y le construyo historias a fotos desconocidas.
Sencillo,
fácil y bonito.
Ahora
saben por qué me llaman “la yegua del
tony”
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